Cómo afinar la voz

Controla la respiración

¿Cuántas veces te has quedado sin voz a media frase, te comienzas a trabar o te fatigas y/o sofocas rápidamente mientras das un discurso? La respuesta a este problema es una mala respiración. Aprender a respirar de la forma correcta te dará muchos beneficios, por ejemplo, modular la potencia de tu voz, expresarte de forma clara y precisa, dar las pausas adecuadas entre palabras, bajar el nivel de estrés y lo mejor, darte la seguridad que necesitas al hablar en público.

Para lograr este objetivo te recomendamos lo siguiente:

 

Inhalación, retención y exhalación

Es la fórmula correcta que tienes que emplear durante todo tu discurso o presentación, y cuando llegues a la fase de “retención” es ahí donde las palabras tienen que fluir.

 

Respira por la nariz y no por la boca

Uno de los problemas comunes que hacen que te quedes sin aliento es hablar y respirar al mismo tiempo, mejor inhala por la nariz y exhala por la boca una vez que terminaste de hablar.

 

Mantén un rango de voz

Encuentra el tono, estilo y volumen de voz con el que te sientas más cómodo, luego combínalo con tu respiración para que puedas mantener el registro, o de lo contrario estarás hablando a gritos o viceversa.

 

Calienta la voz y los músculos de la mandíbula

Si te das cuanta, los mejores oradores del mundo tienen con una perfecta dicción vocal, es decir, que articulan y vocalizan muy bien cada una de las palabras en todas sus presentaciones, pero ¿cómo lo lograron? Todo este resultado se debe gracias a su rutina de calentamiento.


Si aún no tienes idea de por dónde empezar, te compartimos algunas ideas:

Gesticula de forma marcada

Empieza con las vocales y pronuncia cada letra abriendo y cerrando la boca de manera exagerada, luego combina las vocales, por ejemplo, Ae, Io, Ou, etc. Este ejercicio te ayudará a relajar los músculos faciales.

Usa la técnica del corcho

Coloca la mitad de un corcho en la parte de enfrente de tu boca y comienza a leer un texto en voz alta. Esto ayuda a ejercitar los músculos de la mandíbula y a pronunciar mejor las palabras. De 3 a 5 minutos es más que suficiente y por supuesto, hazlo con precaución.

Respeta los signos de puntuación

Cada coma, punto y signo de interrogación conllevan su respectivo sentido y silencio, por lo que es necesario seguir con sus reglas para articular detalladamente cada frase.

Ejercicios de pronunciación

Realiza sonidos como “rrrrrrrrr” “brrrrrrr” “zzzzzzzz” para entrenar la lengua y empujar el sonido desde el diafragma.

 

Práctica, práctica y práctica

Al igual que cualquier músculo de nuestro cuerpo, la constancia y la dedicación serán las claves para mejorar cada día y desempeñarnos como todos unos profesionales.


Estrategias para hablar en público

Sé claro, conciso y directo

Evita utilizar lenguaje rebuscado, muletillas y palabras muy informales, ya que te restarán credibilidad en tus discursos.

Apóyate en el storytelling

Una buena historia engancha, entretiene, emociona y lo mejor, convence. El storytelling es sin duda, una de las mejores estrategias para hablar en público. Como recomendación, una vez que tienes definido el mensaje rector de tu discurso o presentación, el argumento de la historia debe desarrollarse en torno a él para hacerlo interesante. Por último, apégate a la estructura de “inicio, nudo y desenlace”.

Crea un guion

Hablar en público no es tarea fácil, de hecho, sin importar cuantas veces lo realices, siempre te generará miedo, ansiedad y nerviosismo, y por más que tengas lista tu presentación (en tu mente), estos sentimientos se encargarán de bloquearte por completo. Un excelente recurso es contar con un guion bien estructurado para darle la fluidez necesaria a tu presentación, medir los tiempos, resaltar los puntos importantes y por supuesto, sacarte de apuros.

Utiliza la comunicación no verbal

Según las estadísticas, más de 65% de lo que comunicamos no sale de nuestra boca. Los movimientos corporales, las expresiones faciales y las manos hablan más de una persona de lo que se cree, por esta razón, es necesario impulsar nuestras palabras con la ayuda del cuerpo para poder transmitir emociones, darle energía y dinamismo al discurso y lo más importante, congruencia ante el público.

 

Test de micrófono

Una vez que ya tienes listo tu discurso, aplicaste las recomendaciones sobre cómo afinar la voz y elegiste las mejores estrategias para hablar en público, el siguiente paso es realizar un test de micrófono. El micrófono, más allá de una simple herramienta, se convertirá en la clave de éxito o fracaso de tus presentaciones, por esta razón necesitamos que conozcas lo siguiente:

 

Utiliza de preferencia un micrófono cardioide

Un micrófono de este tipo capta el sonido en la parte frontal y en menor grado en los costados, es decir, que va a captar mejor tu voz si esta está orientada al frente de la cápsula del micrófono y al mismo tiempo va a evitar que los sonidos de la parte posterior se mezclen. Si el micrófono hace lo opuesto de lo que te estamos comentando, entonces tienes un problema (distorsiones).

Busca tu distancia correcta

La regla general es que la posición del micrófono debe de estar en ángulo hacia tu boca para captar un mejor sonido y a una distancia de 4 dedos, es decir, 8 centímetros aprox. Pero, ya dependerá si necesitas más o menos distancia según el tipo de voz que tengas. Como recomendación, conoce tu distancia ideal antes de iniciar tu presentación.

Encuentra el volumen adecuado

Como ya lo hemos mencionado anteriormente, es importante que controles tu respiración para que puedas mantener un rango de voz. Una vez que ya la tengas identificada, el siguiente paso es encontrar el volumen correcto para que tu discurso se mantenga en armonía. Antes de salir al escenario o hablar en público, realiza una prueba de sonido.

Revisa el estado del micrófono

Si el micrófono por sí solo (sin tocarlo) hace ruidos, interferencias, variaciones de volumen o distorsiones, es muy probable que esté dañado; si notas estas anomalías, pide que te lo cambien pues de lo contrario dañará la percepción de tu voz y por supuesto, tu presentación.

Si quieres evitar estos inconvenientes y tener la garantía de que el sonido estará al 100%. Sennheiser cuenta con una gran variedad de modelos y estilos:  Micrófonos Alámbricos que ofrecen resistencia, durabilidad y nitidez. O si lo prefieres, Micrófonos Inalámbricos para otorgarte libertad de movimiento, fidelidad, ligereza y una ergonomía superior.

 

Fuente: Sennheiser.com